jueves, 19 de febrero de 2009

Manjares silvestres

Ayer salí una horita y media que tenía entre las clases de los peques por la tarde a sierra pinos. Aprovechando su actividad cogí mi mochila, la navaja y unas gomas y me fui en busca de esos pequeños tesoros que la tierra nos regala después de unas abundantes lluvias y unas temperaturas suaves: los espárragos trigueros.
Me falta una foto, pero tenía ganas de andar suelta, rápida, saltando de esparraguera en esparraguera, ladeando las con las botas para poder descubrir, quien sabe? uno, dos tres, cuatro...
Creo que me gusta más cogerlos que comerlos, bueno, no sé, difícil elección; ¿quién se resiste a una tortilla con unos huevos frescos de campo y unos espárragos?
¡¡¡qué bueno!!! ó a una sierra en silencio, con algún que otro pájaro cercano como única compañía...?
Tantas debilidades...
y es que una es débil.

Un guiño para Toulouse, donde acabo de reencontrar a una íntima vieja amiga, con la que compartí tantos y tantos buenos momentos... Piluca...

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